Por Máximo Torres
Cuando el virus nos sigue golpeando en distritos o ciudades tan latinos como Chelsea, East Boston, Lynn, Revere, Everett, Lawrence y la angustia crece no solo en nuestras comunidades sino en todo el país y el mundo, la vacuna contra el COVID-19 parece más cerca que nunca. Por lo menos, el reconocido epidemiólogo Anthony Fauci dice que saldrá, oleada y sacramentada, en noviembre. ¿Será verdad que estemos a un paso de darle la estocada final al maldito coronavirus que nos ha causado tanto dolor y muerte?
Las dudas saltan a la vista, hay muchos científicos que no creen que salga tan pronto y aventuran fechas que van al 2021, pero la esperanza es lo último que se pierde.
Hay 160 vacunas que están en una especie de ‘ruleta rusa’ jugándoselas, todo por el todo, para ver quien le da primero al “bull” y se lleva el premio mayor. “Están en juego billones de dólares”, me decía el doctor José Báez, un médico dominico-americano que ha tratado a cientos de pacientes con coronavirus.
Lo cierto es que el doctor Báez que tiene su clínica en Lawrence, una de las ciudades con más del 80 por ciento de población Latina y a quien muchos lo llaman el médico de las tres guerras, tampoco cree que la vacuna esté lista para noviembre. Se trabaja contra el reloj, pero no es para tanto y es posible, según dice, esté lista para los primeros meses del otro año.
Parece que esa es la única verdad. No es que los rusos con el Spútnik V o los cubanos tengan la varita mágica para acabar con el virus, aunque Putin ha dicho que ya tienen registrada la primera vacuna contra el COVID-19 que es “eficaz” y logra una “inmunidad estable”.
Se le puede creer o es una más de sus tantas mentiras enlatadas. Porque a decir del doctor Báez, “los rusos simplemente se saltaron la crucial comprobación de la fase 3. Ahora Putin dice que la probó con su hija y ¿por qué no lo hizo con su mamá o con su abuelita?»
No nos engañemos, todavía hay ruleta para rato. Vamos a seguir como simples espectadores de la reñida competencia internacional por la vacuna que, sin lugar a dudas, cada día nos dejará verdades o mentiras.
Pero la única verdad por ahora es que esta pandemia nos está acabando, vamos a seguir infectándonos con riesgo de terminar en el crematorio. La vacuna va a llegar, pero no se sabe cuándo ni cómo. El gobierno del presidente Trump ha dicho que la vacuna será gratis para todos los estadounidenses, esperemos que así sea, porque cada día el estrés, el miedo y la angustia nos está matando. Lo que nos queda por ahora es cuidarnos.
El mismo “radiólogo” José Ríos que volvió del más allá luego de estar en coma por el coronavirus, le dice a su gente que hay que dejar la estupidez, que el coronavirus no es un juego y razones tiene de sobra. Porque el COVID-19 le ha dejado secuelas por todos lados, lo tuvieron que internar de nuevo, pero está otra vez con su programa “Radio México” en la 1600AM.
¡Sigamos cuidándonos!
