La columna de Max: Es justo darle licencias de conducir a indocumentados

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MAX

Maximo Torres
Editor, El Mundo Boston
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Erika «Kika» Arévalo, ex-vicecónsul de El Salvador, periodista y ahora una de las integrantes más activas del movimiento proinmigrante COSECHA, me decía «volvemos a la carga, no nos vamos a dar por vencidos, vamos a seguir presionando a los legisladores para que aprueben, de una vez por todas, el proyecto de ley que le daría licencia de conducir a los indocumentados».

Ya han pasado 17 años demandando en cada una de las legislaturas la aprobación de proyectos de ley que hagan justicia a una comunidad inmigrante sin papeles que a diario sacrifica su vida manejando con miedo para cumplir con sus actividades. El año pasado, poco antes del inicio de la pandemia del COVID-19, el movimiento COSECHA y otras organizaciones formadas en una coalición estuvieron a punto de celebrar la aprobación de la Ley de «Movilidad Familiar HD-448 y SD-273”, pero en la puerta del horno se quemó el pan dejando sin ese beneficio a más de trescientos cincuenta mil familias en todo el estado de Massachusetts.

Ahora COSECHA Massachusetts ha vuelto a lanzar su campaña de licencias de conducir para los indocumentados que es a todas luces justa porque forman parte de una comunidad que, según me decía Erika, «es un pilar importante en el desarrollo social y económico de este estado» y creemos que nadie debe manejar con miedo a ser deportado y separado de sus familias.

Hay una coalición amplia y multicultural denominada «Driving Families Forward Coalition» que con el apoyo de la alcaldesa de Framingham, del fiscal de distrito de Massachusetts, del senador Brendan Crighton de la ciudad de Lynn y de la Representante estatal Tricia Farley-Bouvier, ha reintroducido en la Cámara de Representantes una nueva propuesta que se llama ahora “Ley relativa a la movilidad laboral y familiar durante y después de la emergencia COVID-19”.

Según los miembros de la coalición, el nuevo proyecto de ley fortalece la salud pública, permitiendo que decenas de miles de residentes de Massachusetts eviten los viajes compartidos y el transporte público, al mismo tiempo que mejoran su acceso a las pruebas y la vacunación, incluso a medida que avanzan cepas más amenazantes del coronavirus en todo el país.

Los activistas de COSECHA en Massachusetts se están preparando para participar en la gran marcha nacional que se realizará en Washington DC. el primero de mayo, Día Internacional del Trabajo, para exigir dignidad, respeto y protección para los 11 millones de indocumentados.

Desde hace 17 años, diversas organizaciones en Boston se han movilizado pidiendo licencia de conducir para los inmigrantes sin papeles, sin ser escuchados. En los últimos años, el movimiento COSECHA que es una organización a nivel nacional levantó a la comunidad. El año pasado, antes de la pandemia, estuvo muy cerca de lograrlo luego de que un grupo de activistas montara un campamento en las afueras de la Casa del Estado demandando la aprobación de la «Ley de movilidad familiar».

Como me decía en esa ocasión Omar Contreras, uno de los activistas salvadoreños que se la pasó día y noche durmiendo en el suelo durante los días que duró la acción, «no lo logramos por un pelo, se cruzó la ley de reforma policial y la legislatura ya no tuvo tiempo». Ahora será la vencida, porque es justo darle licencia de conducir a los inmigrantes sin papeles para mantener las calles seguras. Ya otros estados lo han hecho con grandes contribuciones para el estado. ¿Por qué no hacerlo en Massachusetts? Los legisladores tienen la palabra.

¡Sigamos cuidándonos! La vacuna salva vidas.