Las redes sociales entre la libertad de expresión y la vigilancia moral

person with tape across their mouth saying cancelled

Por Daniela Valdivia-Terres

Quitarle el apoyo a un artista porque dijo algo inapropiado o moralmente incorrecto, o promover un boicot para que un personaje público sea rechazado porque dijo o hizo algo “socialmente inaceptable”, es un fenómeno social conocido como “Cultura de la Cancelación” o “Cancel Culture”.

En pocos minutos, una oleada de críticas puede elevarse a tal punto que el artista o figura pública, y hasta marcas conocidas, se hundan en el mar de la controversia, pierdan seguidores, sean repudiados, y con ello, su fama, su credibilidad y su fortuna se vea afectada.

Tengamos en cuenta la diferencia entre censura y la “cultura de cancelación”. La censura es cuando por orden del gobierno o de una institución, se limita la libertad de expresión en un medio o forma de comunicación. Una muestra de esto, son los libros retirados de bibliotecas y escuelas en Florida por orden estatal o los medios de comunicación vetados de informar irregularidades en un gobierno dictatorial.

Mientras que la “cultura de cancelación” se basa en una acción social que afecta a un individuo o una organización.

En la música y en Hollywood

Gerard Pique y nueva Novia y Shakira

El ex-futbolista del FC Barcelona, Gerard Piqué, considerado como uno de los mejores jugadores de fútbol a nivel mundial vio su fama y prestigio caer por los suelos, cuando se hizo público que mantenía una relación extramarital con Clara Chía, mientras convivía con Shakira. La cantante colombiana y Piqué estaban juntos desde el 2010 y producto de esa relación tienen dos hijos. En 2022, cuando se ventilaron públicamente los detalles de la traición, las muestras de odio y el repudio hacia Piqué y Chía incendiaron las redes sociales.

A la vez, la infidelidad de Piqué afectó sus negocios pues su empresa, Kosmos Tennis, perdió el contrato millonario que tenía con la Federación Española de Tenis, para la organización de la Copa Davis en 2023.

Piqué y Chía siguen adelante juntos, pero las declaraciones del futbolista o la aparición pública de esta pareja siguen siendo motivo de la comidilla del espectáculo, y de rechazo en las redes sociales tanto en España como en Latinoamérica.

La cachetada de Smith

HOLLYWOOD, CA - March 27, 2022.    Will Smith slaps Chris Rock onstage during the show  at the 94th Academy Awards at the Dolby Theatre at Ovation Hollywood on Sunday, March 27, 2022.
(Myung Chun / Los Angeles Times)

Quien tampoco se recupera del vapuleo mediático es el actor Will Smith, después de que le propinara una cachetada al presentador Chris Rock durante la entrega de los Oscar en el 2022. Rock hizo una broma sobre la alopecia de la esposa de Smith, el actor se levantó, corrió hacia el escenario, y reaccionó violentamente contra el comediante ante todo el mundo que seguía la transmisión en vivo.

En las redes sociales no se hablaba de otra cosa que este incidente. Los memes y los comentarios desaprobando el ataque de Smith duraron semanas. Aunque Smith se disculpó pública y reiteradamente, la Academia lo declaró “persona non grata» por 10 años, y Netflix y Sony rescindieron los contratos del actor.

Entre libros y pensamiento libre

J.K Rowling autora de Harry Potter

La autora de la saga de Harry Potter, J.K. Rowling publicó un comentario en su cuenta de Twitter, “Gente que menstrúan, estoy segura que existe una palabra para denominar a esas personas. Alguien ayúdeme [cómo se dice]”. Este twit publicado en junio 2020, fue tomado como un comentario controversial debido a su posición en contra de las mujeres transgénero. A los días, la escritora en respuesta a las críticas siguió publicando en las redes sociales una serie de comentarios que detallaban su punto de vista en contra de los movimientos de derechos a favor de la comunidad transgénero.

Inmediatamente, los actores que personifican los principales roles en las películas de Harry Potter, Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint, ratificaron que apoyan a dicha comunidad y declararon que no comparten la opinión de la autora que dio vida a sus personajes.

El resultado fue un boicot en su contra. Fanáticos de Harry Potter como de otros libros de J.K. Rowling le dieron la espalda, mostrando rechazo a sus comentarios y críticas en las redes sociales.

Semanas después ella firmó junto a otros 150 autores, activistas e intelectuales, un manifiesto abierto titulado “Una carta sobre la justicia y el debate abierto” que invita a la reflexión acerca de la cultura de la cancelación.

“Esta atmósfera sofocante dañará en última instancia a las causas más vitales de nuestro tiempo. La restricción del debate, ya sea por parte de un gobierno represivo o una sociedad intolerante, invariablemente perjudica a quienes carecen de poder y hace que todos sean menos capaces de participar democráticamente”.

“La forma de derrotar las malas ideas es mediante la exposición, la discusión y la persuasión, no tratando de silenciarlas o desearlas. Rechazamos cualquier elección falsa entre justicia y libertad, que no puede existir la una sin la otra”, declara el final de la carta.

J.K. Rowling publicó en su cuenta de Twitter (actualmente llamado X) junto con esta misiva, “estoy muy orgullosa de firmar esta carta en defensa de un principio fundamental de una sociedad liberal: el debate abierto y la libertad de pensamiento y expresión”.

Sin embargo, los “haters” o “los que odian” han ido más allá de propalar odio tildándola de tránsfoba. Rowling ha sido amenazada de muerte e incluso algunos activistas publicaron su dirección en las redes sociales, por lo que la policía tuvo que ir a su domicilio para proteger su integridad física. Por su parte, la autora se ha replegado de apariciones públicas, incluso cuando fue la gran celebración por los 20 años de la película de Harry Potter. Estuvieron presentes los actores que desfilaron en las ocho películas que se hicieron en base a los siete libros de la escritora, pero la gran creadora se lució por su ausencia.

Las diferencias enriquecen el diálogo

Los tiempos cambian y ahora los artistas o personas públicas deben ser más cautelosos con lo que publican en sus redes sociales si quieren mantener su integridad y posición económica. Sin embargo, esto puede ser un gran riesgo.

Que nuestros juicios morales no pongan la libertad de expresión en peligro. Pensar que toda la población de un país apruebe y actúe de una misma manera sería ir en contra de la democracia. Tener ideas diferentes y manifestarlas puede llevar a crear soluciones más equitativas. Las diferencias enriquecen el diálogo, la diversidad de opiniones fomenta la crítica que bien llevada puede ser constructiva.

“Hablamos mucho de salud mental y, al mismo tiempo, boicoteamos a las personas a la mínima que hacen o dicen algo que no nos gusta”. -Ayishat Akanbi.