Por abuso, detenido dueño de pizzería

Dueño de cadena Stash's Pizza en Boston contrataba a inmigrantes indocumentados para obligarlos a trabajos forzados bajo amenazas y agresiones verbales y físicas

Por Max Torres

  • Dueño de una cadena de pizzerías en Boston contrataba a inmigrantes indocumentados para obligarlos a trabajos forzados bajo amenazas y agresiones verbales y físicas.

Indignante, no es el primer caso, ni el único, pero las acusaciones que la fiscal federal de Massachussets, Rachael S, Rollins, ha formulado contra el dueño de una cadena de pizzerías en Boston son horribles. «Nadie tiene derecho a patear, abofetear, golpear o estrangular violentamente a nadie, y mucho menos un empleador a un empleado», ha dicho la fiscal contra Stavros Papantoniadis, de 47 años, quien ha quedado detenido bajo la acusación de «trabajo forzado».

Según un comunicado del Departamento de Justicia (DOJ), Papantoniadis presuntamente contrataba a inmigrantes indocumentados a los que no solo les pagaba por debajo del salario mínimo, sino que los forzaba a trabajar sin pago de horas extras ni otros beneficios bajo la amenaza de deportarlos y sometiéndolos a abusos verbales y físicos.

«El trabajo forzado es una forma de trata de personas. No es una disputa salarial. Si alguien se ve obligado a trabajar mediante el uso de la fuerza, amenazas de fuerza o coerción, eso es un delito federal”, según la fiscal.

En la nueva audiencia en la corte federal en la que compareció Papantoniadis, un agente federal testificó durante más de dos horas y media y presentó pruebas que los fiscales federales tienen contra el dueño de Stash’s Pizza, una cadena de pizzerías que tiene ubicaciones en Dorchester y Roslindale y antes tenía con otros nombres en Norwood, Norwell, Randolph, Weymouth y Wareham.

Según documentos judiciales, los investigadores dijeron que Papantoniadis «amenazó con alertar a las autoridades de inmigración y/o a las fuerzas del orden público para que detuvieran y/o sacaran de los Estados Unidos», «retuvo rutinariamente los salarios adeudados» y «se negó a pagar esos salarios, incluso cuando se le solicitó». » También utilizó actos de violencia y amenazas de violencia para asustar a los empleados y garantizar que cumplieran con las demandas de su lugar de trabajo».

Son muchos los argumentos que hay en su contra que lo colocan como un verdadero demonio. Las declaraciones de un trabajador son increíbles. Dice que Papantoniadis lo pateó en los genitales con tanta fuerza que la lesión requirió cirugía.

A lo largo de su recuperación, el trabajador dijo que Papantoniadis lo llamó repetidamente con amenazas de violencia, muerte y llamadas a inmigración si no volvía a trabajar. En otra ocasión, el trabajador dijo que Papantoniadis lo golpeó en la cabeza y le rompió los dientes hasta el punto de que tuvieron que ser removidos y reemplazados por dentaduras postizas, según los documentos judiciales.

Papantoniadis sigue detenido y con justicia, por todas las maldades que ha hecho contra trabajadores inmigrantes indocumentados, pero su caso no es el único. Son muchos las personas sin papeles que trabajan bajo el miedo. En el caso de Stash’s Pizza, los trabajadores laboraban de seis a siete días a la semana, a veces durante mucho más de ocho horas por día y, a menudo, sin descansos ni compensación por horas extra.

Este es el primer caso de la fiscal federal desde que asumió el cargo el año pasado. «El tráfico laboral es real y ocurre todos los días en Massachusetts y en otras partes», según dice. El agente especial a cargo de esta investigación, Matthew B. Millhollin, enfatiza que Papantoniadis “pagó mal, amenazó y agredió físicamente a sus empleados, creando un clima de miedo”.

Una de sus víctimas, identificada en los documentos de acusación como “Víctima 1”, trabajó para Papantoniadis de 2001 a 2015 sin decir nada. ¡Qué horror!

¡Sigamos cuidándonos! La vacuna salva vidas.

Maximo Torres Editor de El Mundo BostonMaximo Torres

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