¿Regreso a la normalidad? El camino no será fácil

Todos vacunados y con pruebas PCR mientras el COVID-19 desaparece, pero por ahora son muchas las dudas

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A medida que la pandemia del COVID-19 y sus variantes se desvanecen, muchas personas se preguntan si ya es tiempo de regresar a la normalidad.

“No va a ser fácil porque no hay tanta presión para volver a los centros de trabajo”, dice Joe Allen, profesor de salud ambiental en Harvard T.H. Chan School of Public Health, quien ha estado asesorando a organizaciones sobre cómo gestionar de manera segura los riesgos de COVID. 

“Mientras los empleadores sigan retrasando el regreso a las oficinas, no será fácil trazar un camino de regreso a la normalidad”, anota.  

Hay muchas razones por las que las empresas deberían seguir permitiendo que los trabajadores de oficina se queden en casa mientras hay las dudas de una nueva subvariante de Ómicron. 

El mundo profesional se divide en dos campos: aquellos que hace mucho tiempo regresaron al trabajo presencial regular, al menos de alguna manera (hospitales, universidades, empresas de biotecnología) y aquellos que todavía están mayormente encerrados en casa (servicios financieros, firmas tecnológicas, oficinas legales). 

Los costos ocultos 

“Hay costos ocultos por mantener a más de 100 000 empleados en casa esperando el momento adecuado para volver a nuestros cubículos. El centro de Boston sigue siendo un pueblo fantasma, los restaurantes tienen problemas y los trenes de la MBTA traquetean medio vacíos”. 

“Pero lo que hace que Boston sea tan especial también está en peligro: nuestra capacidad de colaborar e innovar como ningún otro lugar del mundo para desarrollar medicamentos que salvan vidas y otras ideas que alteran la economía. Ninguna persona me ha dicho que es mejor hacerlo con Zoom”. 

El profesor de salud ambiental en Harvard analiza que durante la pandemia muchas organizaciones se han mantenido completamente abiertas con Alpha, Delta e incluso con la variante Ómicron por varias razones.  

Mantenerse seguro ya no es cuestión de quedarse en casa.  

Sabemos cómo hacer que la oficina sea un lugar seguro con más ventilación y el uso de máscaras. 

El superpoder de los empleadores para hacer el lugar de trabajo más seguro: obligar a vacunarse. 

Las dudas de los empleadores 

Aunque está claro que la oficina puede ser segura, Allen comprende las dudas entre los empleadores. “Es una decisión compleja gestionar las diferencias en las percepciones de riesgo de las personas y una clara preferencia, entre algunos, de pasar menos tiempo viajando solo para sentarse en un escritorio cuando han demostrado la capacidad de trabajar desde casa”. 

 “Lo que podría calificar como un lugar de trabajo saludable y seguro en febrero de 2022 podría ser diferente en junio de 2022. Cada vez se comprende más que debemos adaptarnos a estos nuevos tiempos”, señala Jim Tierney, director de mercado de la firma de bienes raíces comerciales JLL New England.  

Según Tierney, algunas empresas han regresado como antes, incluyendo su propia oficina JLL de 300 personas en Post Office Square, pero otras se han vuelto híbridas y otras continúan trabajando de forma remota a medida que las fechas de regreso se adelantan constantemente. 

“Toda la incertidumbre con Ómicron y la próxima variante puede inquietar a algunos empleadores. Pero eso es algo a lo que tendremos que acostumbrarnos”. 

Emma Lees, quien dirige las oficinas de Cambridge de Bristol Myers Squibb, señala que alrededor de dos tercios de su personal de 500 personas trabajan en el laboratorio desarrollando medicamentos y han regresado desde el verano de 2020. 

Vacunados y con pruebas de PCR 

Para que las personas regresen a salvo, la compañía farmacéutica comenzó a ofrecer pruebas de PCR en el verano de 2020 a cualquiera que quisiera una. Más tarde, la empresa hizo obligatoria las pruebas semanales para los empleados que acudían al lugar. Bristol Myers también requiere que los empleados se vacunen y recomienda encarecidamente las vacunas de refuerzo. 

Lees podría haber mantenido a su personal corporativo a distancia, pero no creía que fuera justo que un grupo de empleados pudiera trabajar desde casa, mientras que otros no. 

“El peligro era que creabas dos poblaciones diferentes”, según Lees. 

 “La clave de todo esto es hablar con la gente, tratar de ser lo más flexible posible”.  

Ciencias de la vida 

Cuando COVID-19 cerró el mundo empresarial de Boston en marzo de 2020, la directora ejecutiva de Synlogic, Aoife Brennan, estaba decidida a encontrar un camino a seguir. La compañía de biología sintética se convirtió en parte de un grupo de una docena de empresas de ciencias de la vida en Kendall Square que se unieron para brindar exámenes a los empleados que tenían que regresar a sus laboratorios. 

En ese momento, las pruebas costaban alrededor de $ 80 cada una, o aproximadamente $ 3,000 por semana. “Antes de la pandemia, eso es lo que su empresa gastaría en dos semanas en almuerzos de equipo”. 

“Rápidamente se convirtió en el beneficio más valorado en los últimos dos años”, dice Brennan. 

Agotados con Zoom 

“El personal corporativo comenzó a venir a la oficina dos o tres veces por semana el verano y el otoño pasados, aunque estaba limitado a 50 personas a la vez. Cuando comenzó la oleada de invierno, Synlogic decidió temporalmente que solo el personal esencial del laboratorio estaría en el lugar”. 

En el futuro, Synlogic está adoptando lo que Brennan llama un enfoque de «centro y hogar». Ciertas tareas, como la investigación de laboratorio y las colaboraciones en equipo, se realizan mejor en la oficina, mientras que la lectura, la revisión de datos y otros trabajos independientes se pueden realizar en casa. 

“Nunca volveremos a la forma en que trabajamos en 2019”, dijo Brennan, pero “todos están tan agotados con Zoom”. 

Algo más

“Regresar a la oficina es desalentador, pero no es una misión imposible. Requiere una planificación cuidadosa y la expectativa de que cualquier regreso viene con altibajos. Cuando los recuentos de casos son bajos, más personas deberían estar en la oficina. Cuando hay una oleada, es hora de ir de nuevo a distancia”.

“Vivir con COVID va a ser la nueva normalidad” 

Siete de cada 10 estadounidenses creen que “es hora de que aceptemos que COVID está aquí para quedarse y solo tenemos que seguir con nuestras vidas”, según una encuesta de la Universidad de Monmouth.  

“Sabemos mucho más sobre COVID y vivimos en uno de los estados más vacunados del país. Algunas empresas están dando un paso más allá y no solo exigen vacunas obligatorias, sino que están al acecho de sus empleados para que se vacunen”, dicen especialistas en salud. 

Los temores de COVID son reales, hay mucha ansiedad y muchas personas viven bajo stress, pero es posible que ya no sean racionales.  

Según una reciente encuesta del New York Times/Morning Consult a aproximadamente 4,400 estadounidenses, hay mucha más preocupación de contraer el virus entre las personas vacunadas o que han recibido la inyección de refuerzo que entre los no vacunados que son los menos preocupados.