- Trabajadores municipales desmantelaron el campamento de tiendas de campaña en el área conocida como “Mass and Cass” cuando entró en vigencia una nueva ordenanza de la ciudad de Boston que permite a la policía retirar estructuras temporales de la propiedad pública.
- Iyoki Ortiz-Simmons, uno de los que vivía en las tiendas de campaña, dice que espera que mucha gente regrese a la zona.
- Alcaldesa Michelle Wu promete seguir con este esfuerzo y “sabemos que esto no se solucionará de la noche a la mañana”.
La alcaldesa de Boston, Michelle Wu, hizo realidad lo que la comunidad esperaba, despejar por completo el campamento de tiendas de campaña en el área conocida como «Mass. and Cass», ampliamente considerada como el epicentro de las crisis de adicción a las drogas. Grupos de trabajadores municipales desmantelaron todo el campamento cuando entró en vigencia la nueva ordenanza municipal que permite a la policía retirar estructuras temporales de la propiedad pública. Los empleados de la ciudad distribuyeron folletos para alertar a las personas que vivían en esa zona sobre los esfuerzos de desalojo y de encontrarles viviendas alternativas.
El desmantelamiento del campamento, cerca de la intersección de Massachusetts Avenue y Melnea Cass Boulevard, no tuvo mayor resistencia, poniéndose en evidencia la salud mental y la falta de viviendas en el estado.
La alcaldesa Michelle Wu prometió que la ciudad continuaría monitoreando el progreso de la limpieza del campamento y dando prioridad a conseguir alojamiento, tratamiento para adicciones o servicios de salud mental para las personas.
«Este esfuerzo será sostenible y sabemos que esto no se solucionará de la noche a la mañana» dijo Wu, expresando que se siente muy agradecida y confiada en la coordinación del operativo que “nunca antes hemos visto en la ciudad, la infraestructura que se ha construido y que podemos aprovechar se encuentra en un lugar diferente al que hemos estado antes».
Operación desmantelamiento
La operación desmantelamiento duró pocas horas con un gran despliegue de empleados de la ciudad, mientras algunas personas que vivían en la zona siguieron rebuscando entre los escombros de las tiendas de campaña que habían sido desmanteladas. Los trabajadores de la ciudad utilizaron cuchillos para cortar lonas colgadas de barricadas de metal. Cargaron grandes contenedores y plataformas rodantes con escombros que fueron depositados en camiones de basura.
A lo largo del día hubo patrullas policiales adicionales en el lugar, con aproximadamente dos docenas de agentes de pie a ambos lados de la calle Atkinson. Se instaló un centro de mando de la policía de Boston al final de la calle, cerca de la cárcel del condado de Suffolk. La policía dijo que unidades móviles patrullarían otros vecindarios para garantizar que no surja un nuevo campamento en otras partes de Boston.
«Tenemos que asegurarnos de que esto no se extienda a los vecindarios con las personas que no buscaron refugio», dijo Sue Sullivan, directora ejecutiva de Newmarket Business Association. «Tenemos que asegurarnos de que la gente sepa que no se permitirá comportamiento ilegal en las calles».
Representantes de la ACLU de Massachusetts y del Gremio Nacional de Abogados supervisaron el desmantelamiento del campamento para observar si se protegían los derechos de las personas. Dijeron que continuarán observando cómo la ciudad maneja a las personas que no tienen vivienda y luchan contra el uso de sustancias.
Descontentos no faltaron
Iyoki Ortiz-Simmons, uno de los que estuvo viviendo en el campamento y que fue ubicado en una vivienda de transición, no ocultó su malestar y dijo que es probable que vuelva a dormir en las calles y espera que mucha gente regrese a la zona conflictiva. “Estamos planeando reunirnos una vez por semana solo para golpearlos en la cara porque es nuestro derecho constitucional tener una reunión pacífica”.
La ciudad comunicó que había trasladado a unas 80 personas a viviendas alternativas u otras instalaciones. Algunas personas que vivían en el área recibieron tarjetas de regalo de $25 para reemplazar cualquier pertenencia que tuvieron que abandonar.
Aunque la nueva ordenanza permite a la policía retirar las tiendas de campaña, las autoridades dijeron que no retiraron ninguna de ellas y que no realizaron arrestos.
Los trabajadores de la ciudad y otros grupos continuaron despejando los campamentos alrededor de Mass. y Cass, aplicando la nueva ordenanza diseñada para limpiar la zona y relocalizar a las personas que vivían en las tiendas de campaña.
La alcaldesa Wu dijo que Boston «hace grandes progresos» en la limpieza de toda el área conflictiva de Mass y Cass. “La ciudad se va a asegurar de que la calle esté limpia y de que haya más servicios para garantizar que el área esté «como debe ser».
Tania Del Río, directora del Equipo de Respuesta Coordinada, indicó que se había completado el traslado de las personas a un lugar de residencia.
«Este es un tema al que nunca vamos a renunciar porque todos sabemos, relativamente hablando, que es manejable para asegurarnos de que podamos ubicarnos donde las personas obtengan lo que necesitan y podamos demostrar lo que es posible coordinando servicios», dijo Wu.
