Por Max Torres
Hace unos días me enviaron por WhatsApp un dramático relato de una anciana madre quejándose por la falta de gratitud de los hijos. La anciana mujer vivía sola desde que murió su esposo y sus hijos, uno médico y el otro ingeniero, querían enviarla a un hogar para ancianos. Se resistía diciendo que “no le teme a la soledad ni a la vejez”. Pero los hijos le pidieron vender la casa para que el dinero sirva para pagar el lugar donde iría vivir el resto de sus días. La anciana mujer no pudo más y concluyó diciendo en su conmovedor relato: «me rindo a sus argumentos por no tener más fuerzas para soportar tanta ingratitud y frialdad”.
En el Día de la Madre que celebramos este domingo 14 de mayo, reflexionemos, analicemos el mensaje de esta valerosa madre que pasará lo que le queda de vida lejos de sus hijos y de sus nietos. “En los brazos de la soledad reconozco que no pude enseñar valores a mis hijos y no pude transmitir a ninguno de los dos una tan sola palabra llamada gratitud”.
Seamos gratos con nuestros padres y mucho más con nuestras madres que son capaces de entregar hasta la vida por sus hijos. Aún recuerdo los cuidados de mi madre para con mi abuelita hasta los últimos días de su vida. La realidad para los que vivimos en el exterior, alejados muchas veces de nuestros padres, de nuestra madre, es diferente. Nuestra condición migratoria no nos permite estar físicamente con nuestra madre en su día, pero no dejamos de entablar una comunicación “face to face” a través de los teléfonos inteligentes.
El relato de esta anciana madre es conmovedor y es un llamado de atención a los hijos que teniendo las posibilidades de tenerla a su lado no lo hacen y ni siquiera valoran el sacrificio que hicieron para darles casa, comida y estudios.
Pero la vida nos regala sorpresas, a lo mejor unas malas, pero yo diría que más son las buenas que nos permiten abrir las puertas del corazón para expresarle a nuestras madres todo nuestro amor. “A la mamá con cariño”, lo repetí muchas veces y eso es lo que debemos hacer como buenos hijos.
Mayo es un mes bendito, lleno de celebraciones, comienza el primer día útil con el Día Internacional del Trabajo que saca a las calles a muchas personas a reclamar por sus derechos y a pedir una reforma migratoria, lo sigue el 5 de mayo que es otra fecha especial que no se conmemora ampliamente en México sino en los Estados Unidos por la Batalla de Puebla en 1862. Es realmente un encuentro de culturas, porque no solo lo celebran los mexicanos americanos sino todos o por lo menos la mayoría de los que vivimos en Boston o en cualquier parte del país.
Esta vez no lo disfruté con Verónica Robles “La Mera Mera”, una de las mejores intérpretes de música mexicana a nivel local, que estuvo de fiesta con su “Women Mariachi Band” en el buque escuela Cuautémoc que estuvo en Boston atracado en 10 Fan Pier Boulevard, Seaport.
Pero lo más importante y trascendente del mes de mayo es el Día de la Madre que se celebra el segundo domingo de mayo en Estados Unidos y en varios países de América Latina. Es diferente la fecha de celebración en República Dominicana que es el último domingo de mayo. En Bolivia es el 27 de mayo, en Argentina el tercer domingo de octubre y en Guatemala, El Salvador y México ya se celebró el 10 de mayo.
A todas las madres en cualquier país del mundo FELIZ DIA DE LAS MADRES, a esas mujeres valerosas que están con sus hijos en cualquier frontera, ya sea en la de Estados Unidos o la de Perú y Chile, tratando de cruzar hacia un mundo mejor FELICIDADES. También quiero hacer mención especial a mi esposa y a mis tres hijas que son madres ejemplares, abnegadas y que ven en su madre todos los valores que les ha inculcado desde niñas. Aprendamos a enseñarle a nuestros hijos valores y lo que decía la anciana madre la palabra gratitud.
¡Por amor a Dios cuidemos a nuestros padres! FELIZ DIA DE LA MADRE.
¡Sigamos cuidándonos! Sin salud mental no hay salud.
Maximo Torres
Editor, El Mundo Boston
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