Por Max Torres
- Felicidades a toda la comunidad dominicana por sus fiestas patrias.
La comunidad dominicana, una de las más vibrantes y laboriosas, está de fiesta por su aniversario patrio, son 180 años de Independencia de un país que aprendí a querer por sus tradiciones, por su cultura, por los Diablos Cojuelos que representan al demonio travieso y juguetón. «Recordar es vivir», me decían entrañables amigos dominicanos con los que viajé a Santo Domingo para conocer su cultura y bailar merengue en un colmado como le llaman los dominicanos a una bodega o tienda de abarrotes. Estábamos en el barrio de mi amigo Dominico Cabral y nos paramos en un colmado a tomar una cerveza en medio del incesante calor, la música se escuchaba a todo volumen como invitando a bailar y la gente que llegaba a realizar alguna compra, se quedaba a disfrutar con sus amigos. Fueron días gloriosos, maravillosos, viví días intensos en diferentes ciudades de República Dominicana, especialmente en Baní de donde son muchos de mis amigos dominicanos en Boston.
La tierra de Juan Pablo Duarte, el libertador dominicano, fundador de la sociedad La Trinitaria y principal ideólogo de la independencia, me dio lecciones de vida en momentos en que celebraban un año más de vivir libres e independientes. La celebración patriótica se sentía por todos lados y veías a los Diablos Cojuelos dándole vida a la fiesta con sus vejigas y fuetes.
No hubo día que no disfruté de su rica comida, de su música, de sus bailes y de hablar con la gente de dos temas que le apasionan, el béisbol y la política. Lo mismo ocurre con los dominicanos que viven en Boston, Lynn, Salem, Lawrence y otras ciudades de Massachusets. A lo largo de los años he abrazado a muchos dominicanos que han logrado transpasar barreras y están figurando en el área empresarial, en la música, en el deporte y en la política. El alcalde de Lawrence, Brian DePeña, es una muestra del avance de los dominicanos como lo son también los concejales de la ciudad de Boston, Julia Mejía, Enrique Pepén y Henry Santana. Rafael «Danilito» Guzmán es otro de los dominicanos exitosos en el área empresarial como lo son los hermanos Manuel y Amable Batista.
Son muchos los amigos de la tierra de Duarte con los que aprendí a querer a la República Dominicana como Tony Barros, Milagros Marte, Yoleny Ynoa, Manuel Adames, José Manuel Encarnación, Alexandra Valdez, Frances Martínez, Magalis Troncoso, Alex García, Yudith Alvarez, Rafael Islas, Nestor Castillo, Luis Cabral, Silverio Reyes, Ana Gratereaux, Santiago Matías, Senador Pavel Payano, Porfirio de las Nieves, doctor José Baez, Domingo Domínguez, Luis Matos, Erasmo Chalas, Ernesto Bautista, Yadires Nova y Angel Salcedo, entre muchos otros.
Son personas que abrazan diferentes corrientes políticas, amigos hay de todas las tiendas, pero no hace mucho me encontré en Jamaica Plain, uno de los bastiones de la comunidad de Quisqueya la grande, con Oscar Guerrero, uno de los más reconocidos activistas dominicanos, director del INDEX-Boston y fundador del movimiento OLA. «Vistes la barrida» que le dio el presidente Luis Abinader a sus opositores en las recientes elecciones municipales que, según Guerrero, vislumbra su victoria a la reelección en los comicios de mayo próximo. «Para los que vivimos en el exterior en estos tiempos de celebración por nuestro aniversario patrio, la reelección del presidente Abinader es cada vez más predecible, los resultados de las elecciones municipales han sido aplastantes», me decía Guerrero mostrándome el mapa electoral en el que apenas aparecían los partidos de oposición. Los candidatos del Partido Revolucionario Moderno (PRM) que lidera Abinader ganaron en casi todos los municipios del territorio dominicano.
Ni la «Alianza Opositora Rescate RD» que integran el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y la Fuerza del Pueblo que lidera el tres veces presidente Leonel Fernández, sirvió para detener la avalancha de votos en favor de los candidatos de Luis Abinader. Los municipios están ahora en manos del PRM y la reelección del presidente está «cada vez más que cantada», me decía Guerrero. Sus opositores lo dudan.
¡Sigamos cuidándonos! La vacuna salva vidas.
Maximo Torres
Editor, El Mundo Boston
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