Ortega quedó tapiado bajo los escombros tras un derrumbe el año pasado en South Boston.
«Dios pone a una persona en esos momentos difíciles, y no es solo el trabajo, es la dedicación, la entrega y el amor lo que hace de ese trabajo tu salvavidas”, expresó Wilson Ortega, el trabajador de construcción civil que quedó tapiado bajo los escombros tras un derrumbe el año pasado en South Boston.
«Estoy agradecido con Dios y con todas estas personas que me devolvieron a la vida para poder estar con mi familia», anota Ortega en una emotiva reunión con sus rescatistas.
El trabajador de construcción dominicano es padre de un niño de 7 años y una bebe de 8 meses.
Ortega estuvo visiblemente emocionado al reencontrarse con sus rescatistas, los héroes que le salvaron la vida tras quedar inmovilizado bajo los escombros en un derrumbe que se produjo en la planta de energía Edison hace casi 11 meses.
En el evento organizado por la Cruz Roja se le rindió homenaje a los héroes, entre ellos cuatro hombres que acompañaron a Ortega en el momento más difícil de su vida.
Mark Welch, gerente de seguridad de Suffolk construcción, fue uno de los primeros en socorrer a Wilson y se valió de su entrenamiento militar para ayudarlo, según dice. «En ese momento no se puede pensar demasiado, hay que actuar porque se trata de salvar la vida de una persona».
Ortega dijo que recuerda que un supervisor de construcción estuvo con él antes de que llegaran los paramédicos. «Me habló en voz baja y puso su mano sobre mi cabeza y me dijo que todo iba a estar bien y que mantuviera la calma».
El paramédico Jason Yutkins reconoce que el idioma fue una barrera en aquel momento, sin embargo, asegura que todos los seres humanos desarrollan empatía y pueden sentir el apoyo de otros en momentos difíciles.
