Maximo Torres
Editor, El Mundo Boston
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Hace poco más de tres años estuve en el Vaticano en un viaje que hice para celebrar 47 años de vida matrimonial, había soñado antes con el Papa Francisco a quien tuve la suerte de conocer cuando Juan Pablo II lo nombró Obispo auxiliar de Buenos Aires en 1992 poco antes de emigrar a los Estados Unidos. No hace mucho, el domingo 19, en la semana de la Navidad, compartí emocionado su cumpleaños nro. 85.
¡Qué grandioso fue ver al Sumo Pontífice! Sentirlo siempre pensando en el prójimo porque “el amor por los otros significa que debemos mirar y escuchar las necesidades de la gente” porque “siempre hay gente que necesita de los otros”.
Sus mensajes siempre me han impactado y tuve la dicha de estar en la Plaza de San Pedro y en medio de una gran concurrencia escuchar hablar al Papa sobre el amor a los demás. No eran tiempos de Navidad sino mayo cuando se dedica el mes para honrar a la Virgen María, la Madre de Dios, tampoco existía la diabólica crisis de salud agravada por la pandemia del coronavirus.
Ahora vuelvo a escuchar al Papa Francisco hablar de fraternidad y solidaridad en estos tiempos en que la nueva variante Ómicron del COVID-19 está golpeando al mundo. Son muchos los enfermos y muchas las familias que enfrentan graves dificultades por las consecuencias económicas de la pandemia.
Ahora llegamos a celebrar la Navidad con fe, con esperanza pese a que nos invada la tristeza por todo lo que está pasando con la nueva variante que se está regando por el mundo, llegamos a la Navidad cargados de muchos sentimientos, marcados por el COVID-19, con miedo, asustados por lo que nos pueda pasar.
Nadie está libre del Delta o del Ómicron, incluso si estamos vacunados y con la inyección de refuerzo. Los expertos recomiendan por eso usar la máscara en sitios concurridos.
La rápida acción del gobernador Baker de distribuir a nivel estatal 2.1 millones de pruebas rápidas COVID-19 va a dar resultados, sin duda alguna, porque las personas van a poder hacerse el test en casa antes de las fiestas de Navidad para evitar la propagación del virus.
Es una de las medidas que tomó el gobernador para protegernos de una eventual enfermedad por el Ómicron o el Delta.
Ahora el llamado del Papa Francisco a la solidaridad se aplica “especialmente con los enfermos”. Es hora de tomar responsabilidad y vacunarnos si no lo has hecho, hazte la prueba COVID y usa las mascarillas para evitar que nuestras familias y nuestras comunidades pasen otra vez meses de confinamiento.
Ya sabemos que la Navidad no va a ser la misma que en años anteriores a la pandemia porque ahora tenemos que cuidarnos para evitar ser víctimas del COVID-19, tenemos que tomar todas las precauciones y evitar las reuniones grandes por el bien nuestro y de nuestras familias y vecinos. ¡Volvamos a usar la máscara por más incómoda que sea! Pensando que todo esto pasará si nos vacunamos todos.
¡Feliz Navidad y un mejor año 2022!
¡Sigamos cuidándonos! La vacuna salva vidas.
