Homenaje a San Romero de América

Homenaje a San Romero de América

Por Max Torres

Aún está en mi memoria el día que visité la tumba de Monseñor Oscar Arnulfo Romero Galdámez en la parte baja de la Catedral Metropolitana de San Salvador, estaba con mi amigo salvadoreño, José Monge, quien después de casi 30 años de vivir en Boston regresó a su país a hacer patria invirtiendo en la tierra para producir alimentos y en el turismo con su «Hotel Sueños». Fue impresionante ver la Cripta donde reposa su cuerpo, orar tocando su tumba y recorrer sus instalaciones llenándome de santidad. Porque Monseñor Romero, ahora San Romero de América, te inspira humildad, amor, perdón. «La gran enfermedad del mundo de hoy es: no saber amar». Lo dijo Monseñor Romero en su homilía del 23 de marzo de 1978 y es un mensaje que aún debe tocarnos a todos. Porque como me dijo también en una entrevista la Madre Teresa de Calcuta: «Lo que hace falta en este mundo son manos para servir y corazones para amar».

Centro, la casa de la comunidad en Worcester, fue escenario de un reciente conversatorio sobre la vida del arzobispo, ahora santo, para conmemorar el 44 aniversario de su asesinato. Jenny Rodríguez, una reconocida activista salvadoreña y que trabaja para Centro, se unió a la Universidad José Simeon Caña (UCA) para que más personas que viven fuera de El Salvador puedan tener acceso a  audiovisuales, libros, escritos, entre otros documentos, que –según refiere– «nos muestran la historia  de Monseñor Romero, ha sido un arduo trabajo del personal de la UCA para poder digitalizarlo y ponerlo público para cualquier persona que quiera conocer más sobre su vida».

Monseñor Romero fue asesinado el lunes 24 de marzo, mientras decía misa en la capilla del Hospital Divina Providencia. Su funeral se celebró el Domingo de Ramos de 1980, seis días después del disparo que cegó su vida y que cambió la vida a todo un pueblo.

En estos días de Semana Santa volví a ver la película que muestra la vida de Monseñor Romero, la había visto en familia hace muchos años. Es una historia que conmueve, que lacera el alma y que lo escuché muchas veces decir «Cree en Dios y en el poder del amor».

En el conversatorio que promovió la activista Jenny Rodríguez en Centro de Worcester como un tributo de conmemoración del 44 Aniversario del Martirio de Monseñor Romero ahora San Romero de América, tuvieron participación la Biblioteca «P. Florentino Idoate, S.J.»,  y  su directora Jacqueline Morales, la teóloga Ena Morales, la analista documental Tatiana  Aguilar, el escritor Oscar Arnulfo y el licenciado José Alemán que tuvo a su cargo la organización del evento online.

Los salvadoreños aún recuerdan con dolor la trágica muerte de Monseñor Romero, lo viven, lo adoran como el religioso de la justicia y como bien decía Monseñor Gregorio Rosa Chávez, obispo auxiliar de San Salvador, «hay un terremoto espiritual, gente que incluso financió su muerte está ahora rectificando, está acercándose a nosotros, ha ido a la tumba a pedir perdón o al hospitalito a pedir perdón».

«La iglesia somos todos, la iglesia es el pueblo», lo decía Monseñor Romero, ahora San Romero de América. Vivamos siempre con la fe y el amor a Dios.

¡Sigamos cuidándonos! La vacuna salva vidas.

Maximo Torres Editor de El Mundo BostonMaximo Torres
Editor, El Mundo Boston
[email protected]