EEUU libera a aliado de Maduro en canje por 10 estadounidenses presos y contratista fugitivo

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El presidente venezolano Nicolás Maduro abraza a Alex Saab luego de que llegó al palacio presidencial de Miraflores, en Caracas, el miércoles 20 de diciembre de 2023. Estados Unidos liberó a Saab, que fue detenido en 2020, a cambio de 10 estadounidenses encarcelados en Venezuela. (AP Foto/Matias Delacroix)

MIAMI (AP) — Estados Unidos liberó a un aliado cercano del presidente venezolano Nicolás Maduro en un canje por 10 estadounidenses encarcelados en el país sudamericano y la extradición de un contratista de defensa fugitivo conocido como “Fat Leonard”, quien está vinculado a un escándalo de sobornos en el Pentágono, informó el gobierno estadounidense el miércoles.

El acuerdo representa el intento más atrevido del gobierno de Estados Unidos hasta el momento por mejorar las relaciones con Venezuela y obtener concesiones del autoproclamado gobernante socialista. La mayor liberación de prisioneros estadounidenses en la historia del país sudamericano sucede semanas después de que el gobierno del presidente Joe Biden acordó suspender algunas sanciones en su contra, tras el compromiso de Maduro y de una facción de la oposición de trabajar para lograr condiciones libres y justas para las elecciones presidenciales de 2024.

Al referirse al regreso de Alex Saab, Maduro declaró que “ha triunfado la verdad” sobre la campaña de mentiras, amenazas y torturas que encabeza Estados Unidos contra alguien a quien él considera como un diplomático venezolano que fue detenido ilegalmente por una orden emitida por autoridades estadounidenses.

“Presidente Biden… Aquí está Venezuela de pie con su propio modelo… Colonia de nadie seremos”, declaró desafiante Maduro acompañado de Saab, a quien se le dio una recepción de héroe en el palacio presidencial.

La liberación de Alex Saab, quien durante mucho tiempo fue considerado por Washington como operador financiero de Maduro, representa una concesión importante al mandatario venezolano. El gobierno del expresidente Donald Trump invirtió millones de dólares para ir detrás del empresario nacido en Colombia, y en algún momento incluso desplegó a un barco de la Armada hacia la costa occidental de África para evitar un posible escape luego de que fuera detenido en Cabo Verde.

Funcionarios estadounidenses señalaron que la decisión de concederle clemencia fue difícil pero esencial para poder traer a casa a los estadounidenses encarcelados, un objetivo central de Washington que en los últimos años ha resultado en la liberación de criminales que alguna vez fueron considerados incanjeables.

“Estos individuos han perdido demasiado tiempo valioso con sus seres queridos, y sus familias han sufrido su ausencia todos los días. Estoy agradecido de que su calvario haya terminado al fin”, dijo Biden en un comunicado.

El acuerdo incluye la extradición a Estados Unidos de Leonard Glenn Francis, el propietario malasio de una empresa de servicios navales, que es el personaje central de uno de los mayores escándalos de sobornos en la historia del Pentágono.

Pero el canje molestó a varios opositores venezolanos que han criticado a la Casa Blanca por mostrarse pasiva mientras Maduro supera reiteradamente a Washington luego de que fracasó la campaña de presión del gobierno de Trump para derrocarlo.

En octubre, la Casa Blanca mitigó las sanciones sobre la industria petrolera venezolana después de que Maduro se comprometió a establecer condiciones equitativas para las elecciones de 2024, cuando espera añadir seis años a su mandato que comenzó hace una década y que se ha visto afectado por crisis. Un plazo fijado para el 30 de noviembre venció y hasta ahora Maduro no ha revertido una prohibición que impide que su principal oponente, María Corina Machado, se postule a la presidencia.

Biden dijo a reporteros horas antes que, hasta el momento, parecía que Maduro “cumplirá su compromiso de celebrar elecciones libres”. Por su parte, los republicanos, compartiendo el sentir de muchos en la oposición respaldada por Estados Unidos, dijeron que la liberación de Saab sólo serviría para alentar a Maduro a continuar por un camino autoritario.

“Una decisión lamentable”, publicó en X, antes Twitter, el senador republicano Marco Rubio, presidente de la Comisión de Inteligencia del Senado.

La Casa Blanca fue muy clara al asegurar que no dudará en reestablecer las sanciones en caso de que el gobierno de Venezuela no cumpla con los compromisos electorales establecidos durante las negociaciones con la oposición. Una recompensa de 15 millones de dólares con el fin de detener a Maduro para enfrentar cargos de narcotráfico en Nueva York también continúa vigente, aseguró.

El pacto también requiere que el gobierno de Maduro libere a 21 venezolanos, incluido un aliado cercano de Machado, quien aún no se ha pronunciado sobre la liberación.

Entre los estadounidenses excarcelados hay dos ex boinas verdes: Luke Denman y Airan Berry, implicados en un intento de derrocar a Maduro en 2019.

Estados Unidos ha efectuado varios canjes de presos con Venezuela en los últimos años, incluido uno en octubre de 2022 para liberar a siete estadounidenses, entre ellos cinco directivos de la petrolera Citgo, que tiene su sede en Houston, a cambio de dos sobrinos de la esposa de Maduro encarcelados en Estados Unidos bajo acusaciones de narcotráfico. Al igual que el canje anterior, el del miércoles se llevó a cabo en una pista de la isla caribeña de San Vicente y las Granadinas.

Saab, quien cumple 52 años el jueves, abrazó a su esposa y dos hijos pequeños tras descender de la escalera de un avión privado en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar. La primera dama de Venezuela, Cilia Flores, también se encontraba en el sitio para darle la bienvenida.

Fue una imagen contrastante con lo que se vivió en otro aeródromo, en Cabo Verde, donde fue detenido en 2020 durante una escala para cargar combustible cuando se dirigía a Irán a negociar acuerdos petroleros en nombre del gobierno de Maduro. Los cargos en Estados Unidos eran por asociación delictuosa para cometer lavado de dinero en relación con una red de sobornos que presuntamente desvió 350 millones de dólares de contratos estatales con el gobierno venezolano para construir viviendas. Saab también fue sancionado por supuestamente dirigir un plan que desvió cientos de millones de dólares de contratos de importación de alimentos en un momento de hambruna causada principalmente por carestía en el país sudamericano.

Después de su arresto, el gobierno de Maduro dijo que Saab era un enviado especial de una misión humanitaria y que tenía derecho a la inmunidad diplomática frente a procesos penales en virtud del derecho internacional.

El discurso de Maduro no hizo mención de las reuniones secretas de Saab con la DEA. En una audiencia judicial privada el año pasado, los abogados de Saab dijeron que durante años había ayudado a esa agencia a desenmarañar la corrupción en el círculo íntimo de Maduro y que había aceptado renunciar a millones de dólares en ganancias ilegales procedentes de contratos estatales corruptos.

Pero se desconoce el valor de la información que compartió con los estadounidenses. Algunos han insinuado que todo puede haber sido una artimaña autorizada por Maduro para recopilar información de inteligencia sobre las actividades policiales de Estados Unidos en Venezuela. En cualquier caso, Saab se saltó la fecha programada para entregarse en mayo de 2019 y poco después fue acusado por fiscales federales en Miami.

El acuerdo es la concesión más reciente del gobierno de Biden para traer a Estados Unidos a estadounidenses encarcelados en el exterior. El canje de mayor repercusión fue en diciembre del año pasado, cuando el gobierno estadounidense, a pesar de las objeciones de algunos legisladores republicanos y críticas de funcionarios policiales, liberó al traficante de armas ruso Viktor Bout a cambio de la estrella del baloncesto femenino Brittney Griner.

Los canjes han despertado el temor de que Estados Unidos incentive la toma de rehenes en el exterior y presente una falsa equivalencia entre estadounidenses detenidos injustamente en el extranjero a cambio de extranjeros detenidos y condenados por tribunales estadounidenses.

“¿Qué pasó con la separación de poderes?” preguntó Juan Cruz, quien supervisó las relaciones de la Casa Blanca con Latinoamérica durante su labor como miembro del Consejo de Seguridad Nacional entre 2017 y 2019. “Normalmente, tendrías que esperar a que un acusado fuera declarado culpable para poder indultarlo para un intercambio. Este es un precedente particularmente malo ante la posibilidad de que Trump 2.0 esté a la vuelta de la esquina. Esto invita a muchas acciones indirectas del ejecutivo”.

Pero funcionarios del gobierno de Biden dicen que obtener la libertad de estadounidenses detenidos injustamente y rehenes en el exterior es una prioridad del gobierno que requiere negociaciones complicadas.

Lo que hizo que este trato fuera más llamativo para la Casa Blanca fue la disposición de Venezuela de extraditar a Francis.

Francis, apodado “Fat Leonard”, fue arrestado en un hotel de San Diego hace casi una década en el marco de una operación encubierta federal. Los investigadores afirmaron que esquilmó a las fuerzas militares estadounidenses más de 35 millones de dólares al comprar a decenas de oficiales de alto rango de la Marina con alcohol, sexo, fiestas y otros regalos.

Tres semanas antes de que se dictara su sentencia en septiembre de 2022, Francis protagonizó una fuga tan sorprendente y osada como el propio caso: se quitó la tobillera de rastreo y desapareció. Fue detenido por la policía venezolana cuando intentaba abordar un vuelo en Caracas.