Más de 1,200 familias han entrado en el sistema de refugios de Massachusetts casi dos meses después de que la gobernadora Maura Healey declaró el estado de emergencia por la ola de nuevos inmigrantes. Hasta la fecha hay 6,794 familias en el sistema de refugios. Eso representa 1,244 más de las 5,550 personas que estaban en el sistema el 7 de agosto, el día antes de la declaración de emergencia.
Las autoridades reportaron que 3,604 familias estaban en sitios de refugio tradicionales, o lugares de servicios contratados para ayudar a personas sin hogar, y 3,089 estaban en hoteles y moteles.
Una ola de migrantes recién llegados, junto con familias sin hogar que ya buscan vivienda en Massachusetts, han llevado al borde al sistema de refugio de emergencia.
La Gobernadora Healey ha hecho repetidas llamadas al gobierno federal para obtener más fondos y mayor rapidez para aprobar permisos de trabajo para los migrantes, pero no ha recibido respuesta. La situación se está poniendo peor porque la ola de llegada de inmigrantes no muestra señales de detenerse.
La gobernadora Healey estima que alrededor de más de 1,000 familias entrarán al sistema de refugio cada mes.
El estado de Massachusetts ha tenido que recurrir a un número cada vez mayor de hoteles y moteles para albergar a las personas porque los refugios tradicionales están llenos. También se vio obligada a desplegar a miembros de la Guardia Nacional de Massachusetts a sitios de refugio para prestar su ayuda.
Protestan veteranos
Los dejan fuera de los hoteles por los nuevos inmigrantes.
Lo que se consideró como un “fiasco hotelero” ocurrió en Foxboro donde se jugará el tradicional juego anual de fútbol entre el equipo del Ejército de los Estados Unidos y el equipo de la Marina en diciembre próximo. La razón del fiasco es que muchos de los veteranos que reservaron habitaciones para el partido dijeron que sus reservaciones habían sido canceladas porque los hoteles se están utilizando para alojar a los nuevos inmigrantes.
Mark Mansbach, propietario de Hillsdale Travel, dijo que recientemente canceló 70 habitaciones para los clientes en tres hoteles diferentes cerca del estadio Gillette porque las habitaciones están ocupadas por la oleada de inmigrantes que están entrando a Massachusetts.
El agente de viajes que siempre ha ayudado a las familias militares a conseguir alojamiento para el juego dijo que nunca había experimentado este tipo de problema.
La gobernadora de Massachusetts, Maura Healey, que ya ha declarado el estado de emergencia debido a la crisis migratoria, dijo que está al tanto de la situación y que está trabajando para ayudar.
«He ordenado a mi secretario de Servicios para Veteranos, Jon Santiago, que se ponga en contacto con cualquier persona afectada. Entiendo que los hoteles están trabajando con aquellos que tenían reservas para encontrar otras ubicaciones», dijo Healey.
El fiasco desató una tormenta política en las redes sociales.
El representante republicano estatal Steven Xiarhos, que representa a Cape Cod, dijo que es el más reciente ejemplo de por qué se necesita asegurar la frontera y llegar a una reforma nacional de inmigración. “La gobernadora Healey debería enmendar la ley estatal que garantiza el derecho a refugio a cualquier migrante que llegue a Massachusetts”, anotó.
Ron DeSantis, gobernador de la Florida y precandidato presidencial, dijo que “el estado de Massachusetts es culpable de darle prioridad a extranjeros ilegales con el dinero de los contribuyentes, ignorando a los que veteranos que han dado su vida por el país. No es justo que los demócratas sigan ofreciendo recursos a los recién llegados ilegales como vivienda y permisos de trabajo, cuando hay miles que han estado aquí por muchos años y no tienen ese privilegio”.
